viernes, 12 de junio de 2009

Mí orgullo puede más...mucho más

Siempre me califican como un soberbio de mierda, un orgulloso del carajo. Y yo recuerdo, no lo admito, que antes fue peor. Y que ahora soy un simplón sin orgullo, que nada le cuesta pedir perdón si se equivoca y disculpas si no esta errado.
Hace pocos días vi un reportaje, donde unos periodistas argentinos y peruanos despotricaban contra nosotros, los blogger, infiriendo que nosotros no somos estrellas mediáticas y mucho menos famosillos como para colgar nuestras vidas, penurias, tristezas y sinsabores en una seudoweb. Entonces, yo orgulloso y soberbio, pensaba porque mierda este par de galifardos asexuados se tomaban media hora de una entrevista para maltratarnos. O es que acaso nuestras miserables vidas estén siendo más leídas que sus apestados libros monotemáticos.

Y confieso la verdad, yo nunca empecé a escribir para recibir elogios o insultos. No empecé a escribir para hacerme famoso y me llamen de los programas de TV para dar mí opinión sobre la aborrecible cara de culo de Magaly Medina. Tampoco inicie mí escritura con éste blog, porque antes de éste blog yo ya escribía, ya leía y ya era un ilustre desconocido. Otra aclaración, el nombre Vano Oficio, no nació hace un año, el nombre ya lo tenía desde el año 2,000 cuando inicie la aventura de escribir cuentos. Mucho menos inicié mis garabatos pensando en ti o en mí, la génesis de todo resultó de mis tantas visitas al psicólogo, tantos malos consejos recibidos, tantas frustraciones creadas y demasiadas maldades realizadas. Soy el producto de muchos problemas y pocas soluciones.

Y prueba de ello y mí poco interés por ser conocido es que escribo cada vez que lleno el silo de mí paciencia, o cada vez que una pesadilla me atormenta brutalmente, o cuando cago las cosas (que de un tiempo atrás ya no son tan frecuentes). Últimamente mí vida esta estable y eso no me permite regocijarme en el barro de mí inmundicia, lejanamente recuerdo problemas tontos y orgullosos. Y si antes me arrepentía, ahora me alegra de haber tomado ciertas decisiones, porque de lo contrario mí vida no tuviera el caudal que tiene hoy en día, ni hubiera conocido a la Dra. K, ni existiera VanoOficio y mucho menos Neo me escribiera comentarios tan compasivos, humamos y bienhechores. Esos que me dan ganas de seguir escribiendo.

Y trayendo un poco del pasado a mí presente, me gustaría recordarte una de las canciones con la que partí, esa que te dediqué por el auricular de mí celular viejo y tosco, esas canciones que son mensajes directos en un día de esos en que nos emborrachábamos con tragos cachineros, previo al infausto día de afirmaciones de templete: Compárame que aunque salga ganando yo he perdido, si de nada valió haberte querido, quizás a mí me sirva de lección. Compárame que ya tuve ocasión de compararte, si de nada valió haberte querido… Mí orgullo puede más que nuestro amor.


3 comentarios:

Noé Alvarado dijo...

en el mundo de los blogs inicie con la pata izquierda, empecé a escribir como queriendo ser leido...pero mas errado no pude estar.

Mi blog mamarrachesco es la prolongacion de una mente mamarrachesca, que intenta convertir en grafias pensamientos inconexos...

Al carajo los periodistas que nos ningunean...pues cada quien que quiera escribir lo puede hacer... pues el arte bueno o malo, interesante o no, es para ser apreciado pues es una manifestación de nuestra visión del mundo...

Tuve que leer 3 veces para descifrar que el NeO que aprecía en este post, era yo.... y me agrada que esos comentarios medios sosos te motiven o te recuerden que tu arte es satisfactorio...

Sigue escribiendo...

brujita dijo...

¡No daña quién quiere sino quién puede!Allá esos periodistas y sus "neuras" nosotros seguiremos con nuestros blogs mientras nos sea positivo.

Besito volado.

Le* dijo...

no tiene xq importarle a ellos nuestras vidas...si se ocupan de los bloggers es xq desearian tantas veces ser tan leidos como nosotros....ok cedro q bueno q aceptes mi compañia jaja besos!