martes, 13 de octubre de 2009

Maldito domingo de un Enoclofóbico...

Cuando tenía 12 años caí, sin querer, en un mitin político, yo era un enano de metro y medio, casi ahogado y sin fuerzas fui rescatado por un bombero. Sin su intervención otra hubiera sido la historia. Desde ese entonces yo no puedo estar cerca de multitudes, me angustio, impaciento y me dan sevéros atáques de pánico y ansiedad. Nadie entiende mis reacciones. Esta es la razón...
Odio la multitud. Detesto caminar en las calles de cualquier ciudad que este tugurizada de paisanos que no saben cruzar la pista, que van en procesión por las veredas o simplemente obstruyen mí paso. Es verdad, estoy un poco paranoico y lleno de manías pero no puedo descartar de plano que a veces les deseo la muerte a ciertas multitudes. El fin de semana regresaba a mí casa, vivo por el Club Grau, después de haber almorzado tan placenteramente y con postre incluido. OH desgracia la mía, el corso por la semana jubilar de Piura obstruía toda posibilidad de que pueda cruzar la maldita pista y llegar a mí casa. A tan sólo 50 metros, tan cerca pero tan lejos. Mí ira empezó a crecer a manera sísmica. Luego de lograr convencer a un Policía que me importaba un rábano ver el puto corso y lo único que quería era ir a mí casa, un muro de contención me impidió pasar. Eran tres viejas piojosas, con una cola de caballo entrecano, pelo seboso y más arrugas que el culo de mi ex, las cuales en su demencia senil, imaginaron que tal vez pasaría el fantasma de Sánchez Cerro o el puto de Velasco Alvarado y no querían perderse tan magno evento. Tal vez recordarían épocas como la infausta reforma agraria, decisión que – imagino – a ellas les heredó las tierras que trabajaban hasta ese entonces. Luego de insultarlas y desearles muchos años de vida, gritos que no escucharon por su precaria audición, me vi forzado en tomar un taxi para bordear todo el corso y poder regresar a mí casa.
Media hora después seguía enclaustrado en un tráfico demencial, donde se cruzaban combis, motos, mototaxis y buses interprovinciales, todos y cada uno al ritmo de su claxon preferido. Porqué mierda no hay pena de muerte o cadena perpetua para estos Hijos de mil y un putas del demonio. Deseo, a pedido de mis tímpanos, que a cada uno de estos choferes se les caiga el pene a pedazos. Y que duela. Duela mucho.
Mil ochocientos segundos después y diez soles menos en mí bolsillo, llegué a mí casa, seguía energúmeno, histérico y hastiado de que un corso tan cagón y misio lo hagan frente a mí casa y encima no reserven zonas para los habitantes de las viviendas que tienen que perjudicar su tarde escuchando bombos, platillos, gritos y música de cuatro tarados que se creen artistas.
Hoy, tengo algunas propuestas para las autoridades, tan estúpidas como las viejas de mierda que me bloquearon el paso. Y tan ineficientes que nunca podrán ordenar Piura.
1. El próximo año les agradecería que el corso pase por sus viviendas, ahí que les bloqueen el paso a sus esposos, maridos, amantes y amistades y que violen a sus hijas, hijos y hagan lo que mierda quieran. Me importa un carajo.
2. Sería bueno, muy bueno, para darle emoción y dinamismo al evento que salgan dos tanques de guerra del ejército y aplasten un poco de gente. Más aún si son una viejas resinosas que lo único que hacen es quitarnos el aire puro, que tan escaso esta.
3. Si ninguna de las anteriores propuestas les parece atractiva entonces realicen el puto corso en la avenida Sánchez Cerro o en el Country o camino a Paita. De paso que botan por allá un poco de gente y así descontaminamos Piura y desatoramos la ciudad de tanto idiotón e ignorante que cree que la alegría de un corzo les va a cambiar la vida.
4. En último caso, y a falta de ideas y de autoridad, podríamos comprar un poco de Napalm, realizar otro corso u evento, con cualquier motivo, la gente es tan idiota que por cualquier cojudez sale a la calle y abarrota las avenidas, y rociarles mucha de esta gasolina gelatinosa. De esta forma también limpiamos un poco la ciudad. De paso podemos utilizar la misma técnica en Río Seco y en las comisarías del sector. Así limpiamos dos por el precio de uno. Si sobra un poco lo soltamos en el Gobierno Regional, directo en la cabeza de Trelles y un poco mucho en la Municipalidad.

Esas son mis propuestas, no creo tener el forum suficiente como para realizarlas, pero al menos ahí están. No soy terrorista, ni revolucionario. Soy de derecha, pero con ganas de estallar...

2 comentarios:

Noé Alvarado dijo...

jajaja

y yo creia ser cruel!!!

tengo dos propuestas:

antes del corso dar un vaso de chicha morada con plomo y arsenico!

2.- rocearles cual locion sulfato de nicotina... q se absorve por la piel y te mata en un minuto.

he dixo!!

Xeh dijo...

Jajaj …. Yo se lo que se siente .
sentir que te ahogas con tanta multitud y la desesperación, mas con el sudor de las personas … si te entiendo te entiendo.

Con respecto al corzo jaja , tienes razón mas consideración a los que viven por allí!! Esta buena la idea tanques de guerra y limpiamos la ciudad de un poco de gente y si es mucho mejor a la alcaldesa y a el gordito lengua larga que nuestros viejo eligieron. :)



Pd: Y el libro? Fin de año se acerca!! Cuando!!