No escribo hace tiempo porque la verdad ya no sé que escribir, no tengo ideas, no tengo ganas y mucho menos tengo tiempo – Aunque muchos dirían: El que quiere puede – pero bueno pues, yo no quiero, ni puedo. Estoy agotado en todo sentido. Y no tengo apellido compuesto que me ayude. Empecé un libro y me quedé en la página 19, estancado hasta el cogote, con los cojones a punto de reventar. La idea original, así como empezó y tal cual la concebí, ha mutado, o mejor dicho esta ad portas de mutar. Siento que si logro publicarlo los odios y murmuraciones hacia mí persona se van a acrecentar de una manera inimaginable. No hablo de nombres y apellidos, pero tal vez alguien y muchos se sientan identificados. Y aún sin publicar ya recibí amenazas.
Y las pocas ex que, en el inframundo de su corazón, me tienen cierta estima terminaran por odiarme sin chistar. Y la verdad que sólo lo hago por divertirme, no tengo animadversión por ninguna, es más, las quiero a todas, no como mujeres, pero si como personas que compartieron su mundo, tiempo y vida con un necio como yo. Entonces esta es mí manera de decirles a ellas que no soy tan malo, que no soy tan canalla, que mí convincente forma de ser un protervo hijoeputa es tan sólo una careta. La verdad que el libro es un mero homenaje a su paciencia y aguante. Y a esa forma tan digna y galante de llevar los cuernos.
Otro dilema son los conflictos que ya estoy teniendo con la Dra. K por escribir en éste mísero blog, ¿no hay libertad de expresión en éste país? Y mí austero argumento es que el decenio dictatorial fujimorista ya pasó y no volverá, la prensa ya no se vende señorita. Yo soy Neoliberal y odio las dictaduras, amo la democracia con todos sus errores y desaciertos. Pero si creo, y estoy convencido, que sólo la gente instruida debería votar; esa gente que no compras con cinco lucas, porque los menos favorecidos del país son los que Alan y Fujimori tanto adoran en época de elecciones y que una vez arriba: Chau Cumpa.
Y la verdad que empecé a hablar de mí y ya termino opinando de política, sin querer hablar de éste tema tan odioso. Y bien dados los 25 años al chino asesino. Y escucho gente muy instruida amar al chino, que así son todos los presidentes, que esta bien que haya robado, matado y humillado y corrompido y desmembrado y secuestrado y comprado, porque acabo con el terrorismo y la hiperinflación. Y si así piensan los instruidos, entonces mejor que no voten tampoco. Y bueno, luego de escucharlos callado (para evitar odios de muchedumbres) recuerdo lo que un chileno comentó: “Los Peruanos tienen el presidente que se merecen”. Y me quedo más callado que nunca y no hablo ni comento un carajo, porque tienen razón.
Y las pocas ex que, en el inframundo de su corazón, me tienen cierta estima terminaran por odiarme sin chistar. Y la verdad que sólo lo hago por divertirme, no tengo animadversión por ninguna, es más, las quiero a todas, no como mujeres, pero si como personas que compartieron su mundo, tiempo y vida con un necio como yo. Entonces esta es mí manera de decirles a ellas que no soy tan malo, que no soy tan canalla, que mí convincente forma de ser un protervo hijoeputa es tan sólo una careta. La verdad que el libro es un mero homenaje a su paciencia y aguante. Y a esa forma tan digna y galante de llevar los cuernos.
Otro dilema son los conflictos que ya estoy teniendo con la Dra. K por escribir en éste mísero blog, ¿no hay libertad de expresión en éste país? Y mí austero argumento es que el decenio dictatorial fujimorista ya pasó y no volverá, la prensa ya no se vende señorita. Yo soy Neoliberal y odio las dictaduras, amo la democracia con todos sus errores y desaciertos. Pero si creo, y estoy convencido, que sólo la gente instruida debería votar; esa gente que no compras con cinco lucas, porque los menos favorecidos del país son los que Alan y Fujimori tanto adoran en época de elecciones y que una vez arriba: Chau Cumpa.
Y la verdad que empecé a hablar de mí y ya termino opinando de política, sin querer hablar de éste tema tan odioso. Y bien dados los 25 años al chino asesino. Y escucho gente muy instruida amar al chino, que así son todos los presidentes, que esta bien que haya robado, matado y humillado y corrompido y desmembrado y secuestrado y comprado, porque acabo con el terrorismo y la hiperinflación. Y si así piensan los instruidos, entonces mejor que no voten tampoco. Y bueno, luego de escucharlos callado (para evitar odios de muchedumbres) recuerdo lo que un chileno comentó: “Los Peruanos tienen el presidente que se merecen”. Y me quedo más callado que nunca y no hablo ni comento un carajo, porque tienen razón.
Y ya me olvide de mí libro y su sinopsis y su editorial. Me inflame la paciencia con politiquería sucia y barata, porque si nos comparamos con el resto de América Latina nuestra política es una joven prostituta barata de callejón, Venezuela es una puta vieja, horrible, fea, sin dientes e ignorante (como panelista de la tía Laura) y bueno la pobre y mermada Bolivia es un travesti barbón, un cabro feo, un híbrido. Y siguiendo con estos temas casquivanos, libertinos, insensatos, liguerillos y tarambanas, en esa misma línea y acorde a mí puta sentimentalidad y a mí ruca moral, yo soy un cafiolo prudente y cordial. A mucha honra señores.