lunes, 26 de octubre de 2015

Vivo poco, muero mucho...

Quiero serte fiel, pero no puedo. Quiero mandar todo al diablo, pero no puedo. Quiero echar todo por la borda, pero no puedo. Quiero renunciar y volver a escribir, pero no puedo. Quiero ser tu macro porno intenso, pero no puedo. Quiero ser el viagra de tu vida, pero no puedo. Quiero ser un esclavo de tus pies, pero no puedo. Quiero oler cada recoveco de tu diminuto cuerpo, pero no puedo. Quiero dejar tus ojos en blanco, pero no puedo. Quiero escucharte jadear, pero no puedo. Quiero sentirte cerca, cerquita, pero no puedo. Quiero llenarte tanto de mi que explotes en un solo grito, pero no puedo. Quiero ser tu nuevo apellido, pero no puedo. Quiero lamerte llegando del trabajo, pero no puedo. Quiero expresarte en movimientos pélvicos lo mucho que te quiero, pero no puedo. Quiero dejarte las piernas temblando por noches enteras, pero no puedo. Quiero que te sientas mujer de verdad, pero no puedo. Quiero resetear tu corazón, pero no puedo. Quiero hacerte la pedicure con mis labios, pero no puedo. Quiero sentirte encima mío, pero no puedo. Quiero probar tus rincones más escondidos y atesorados de tu cuerpo, pero no puedo. Quiero besar tus labios urgentes, pero no puedo.

Quiero todo y no puedo. No quiero minutos, ni segundos, ni horas, ni atardeceres, quiero risas, orgasmos, jadeos y mareos.
No quiero nada si no es contigo. No quiero todo si no te tengo. No quiero olerte así de pasada. No quiero sexo si no es con besos.
Te busco en sueños, te resucito. Me muero un poco y no vivo mucho. Vivo de olores, recuerdos y esmero de pies, talones y cuero…