sábado, 26 de abril de 2008

Crónica de un pobre soñador (Requiem for a Dream)

Nosé si la historia que les voy a narrar sea verídica, inventada, o tal vez sólo haya sido un sueño. Lo más seguro es que si haya pasado, y estoy convencido que al 65% de la gente que lea esta historia le sucede esto muy a menudo, y ya hasta suene macabro y burlón, pero es la pura verdad...Somos un país pobre, marginal, creciente, pero marginal.
Y la verdad es tan cruel a veces, duele tanto despertar y darse cuenta de que lo que algún día creíste tener, ni si quiera es tuyo por equivocación, nunca lo tuviste, solo fue una ilusión, un espejismo tal vez, un estúpido reflejo de algo que nunca existió, que nunca lo tuviste... qué pobre infeliz te sientes no? Así me siento yo, casi a diario.
Toda mi vida, desde donde recuerdo ha girado en torno a caprichos, dinero, lujos, casas de playa, mansiones de invierno, canchas de golf, viajes al caribe, cruceros, Europa, caballos, empresas, entrevistas de TV., portadas de revistas, etc. Tengo menos de 30 años, y sé que lo que te voy a contar tal vez te va a sonar muy déspota, muy soberbio, pero es la verdad, y antes que todo soy muy sincero.


Soy una persona muy afortunada, tengo mucho dinero, mujeres, influencias, una persona muy apuesta, ya quisieran muchos estar en mi lugar, ya quisieras tú estar aquí en mi lugar, cagándote en la vida, sin ningún problema, arreglando todo desde un celular. Pero no, estas allá, buscando que hacer para sobrevivir, de donde sacar dinero para matricular a tus hijos en el colegio, de donde conseguir plata para pagar la hipoteca de la casa, pagar luz, agua, teléfono, cable. ¿Tienes TV por cable???
¡Puta madre¡ Dios me libre de estar en tú situación, el suicidio sería mí única esperanza. Pero yo no lo podría hacer, cómo alguien como yo, tan exitoso, tan soberano, tan triunfador, se va a suicidar, eso queda para los miserables. Para esa gente que toda su vida va a vivir supeditada a la clase política, a las mierdas que gobiernan.


Sabes como vas a terminar, como muchos otros casos que conozco, recogiendo la miseria de nosotros “los ricos”, comiendo nuestras sobras, buscando en nuestros desperdicios, comiéndote la propia mierda que tu mismo dejaste que se creará, al no intervenir en el proceso político, al dejar que todo te llegue a las manos, en dejarte llevar por la corriente, come mierda pues, eso es lo que te mereces.



-Y yo? yo qué voy a hacer?
-Yo, tengo que despertar de este gran sueño, tengo que volver a mi realidad, tengo que dejar de soñar despierto, tengo que ir a recoger la mierda que tú ( si, tú que estas leyendo esta historia) haz botado a la calle. Tú, porque yo no tengo dinero para comprar un libro, ni sé leer estas historias, no sé contar, no pienso, no existo, no como, nunca duermo, sólo sueño.
Fíjate por la ventana de tu casa, ves a ese chico revolviendo la basura?, lo ves?, si lo ves?... pues ese muchacho soy yo, y tú lo podrás tener todo, pero a mí nada me cuesta soñar...


sábado, 12 de abril de 2008

Nunca te diría imbécil...


Me pregunto: ¿cómo podría insultarte sin que te ofendas?; bueno sé que tampoco es tan difícil. Sé también, y me consta a ultranza, que eres un poquitín poca de sesos. Y que esa parte que tienes encima de los hombros la utilizas más para colgar ganchitos y hacerte peinados malcarados, antes que para concebir una buena frase, articulada, consistente, pensante, perspicaz, penetrante… y arduos y extensos etcéteras. No te culpó, naciste en la margen derecha del río, en la parte donde funciona más el hemisferio insensato del cerebro.

Es más, podría proponer una descarada teoría: Sólo funciona tu hemisferio derecho, controla absolutamente todas tus decisiones irracionales y esas creencias tan heterodoxas, que se te van con un par de cervezas. Porque valgan verdades, y sin querer contar lo incontable- y no permitir que mis escaleras hablen por mí y me dejen como un granputisimo poco caballeroso- te hierve la sangre cuando la mezclas con alcohol, hasta un inocuo Daiquiri revuelve tus hormonas, dando paso a una exacerbada gatúbela, antisexi, descordinada, besosfalsos, pigmea desmemoriada y mona feeling del jirón Azángaro.


Debo permitirme, por los daños a terceros, maldecir sabiamente tu diestra coraza, y ni aún así logró hallar sinónimos o antónimos que pueda proferir sin ofenderte. Trato, no creas que no, intento volar y crear alguna nueva palabra que nunca entiendas, pero que para mí entender sea un aberrante insulto que decline en una sófera mandada de mierda.
Renunció, educadamente y sin ningún improperio te podría decir, como una “cholita”, que “No me da la peluca” (tampoco lo entiendes?). Bueno ahí te va mejor elaborada, con sentido, cortésmente, sin que te ofendas; y por un segundo me transformó en Winston Churchill y te explico y confeso que tienes todas las virtudes que detesto y ninguno de los vicios que admiro.