miércoles, 30 de diciembre de 2009

La suerte de la mala suerte...

Han pasado más de seis años desde la última vez que te vi. Han pasado muchas cosas en mí vida y la tuya sigue igual. No me consta, lo sé por chismes y preguntas camufladas en preocupación. Ha pasado lo que tenía que pasar y aún sigo recordándote. Ha pasado lo que tuvo que pasar y aún piensas en nosotros como una posibilidad. He dibujado un pretérito imperfecto muy imperfecto. Tú has creado un pasado que regresa a tú presente y se aloja con desparpajo en tú futuro. Ya no somos iguales, ¿somos parecidos?, acaso ¿somos?, tan siquiera ¿podríamos ser?.

Han pasado 72 meses desde que te vi por última vez, han pasado 2190 días y miles de noches sin ver tú cara, sin oír tú voz, sin sentir tus gemidos y sin soportar tus quejidos. Ha pasado un año más en mí vida y, sinceramente, sin novedad en el frente. Sigo siendo soltero y comprometido eterno, el novio de nadie, el corazón de piedra y el egoísta magnífico que siempre me recalcaste que era. Lo sigo siendo y hoy más que nunca siento que no cambiaré jamás.
Me he frustrado y he vivido, he mentido más que en mis vidas pasadas, le he rogado a Dios, he creído nuevamente, he rezado en las noches y en sumatoria sigo descreyéndome más que nunca. Me enseñaste a ser ateo y lo aprendí bien.

Caminando estaba, no por las calles de Chicago sino deambulando por provincias y un olor llamó mí atención. Una chica, una equis, una fea, una chola (como dirías tú) usaba el mismo perfume que tú solías usar. Una coincidencia que en seis años no había percibido, un cambio de mando en el juego que aún de lejos y sin saber seguimos jugando, un círculo inacabable que nunca se va a cerrar, mí primer libro para ti. Un escrito que cuando lo leas te creará arcadas de rabia, resentimiento, odio, frustración y celos y tal vez amor. Ódiame por piedad yo te lo pido.

Y escribo nuevamente sin saber porqué, sin querer hacerlo y sin un tener una base mental. Porque soy así, porque nunca sé porque hago las cosas, porque tal vez después de postear esto me arrepienta y porque tal vez después que lo leas siga siendo lo mismo siempre. Y escribo nuevamente sabiendo que no busco el perdón ni la gracia divina, ni mucho menos tú pleitesía tan embriagada de superficialidad.
Y escribo nuevamente tratando de hacer la buena catarsis que nunca podré culminar con resultados positivos. Y escribo nuevamente para vos… reina… tan tan. Como eso tangos que nunca quisiste escuchar conmigo pero que ahora tú los escuchas sin mí. Eso sí, la cama nunca está vacía pero no es igual, nunca es igual.
Happy New Year and luck, good luck.

jueves, 17 de diciembre de 2009

La puerta falsa...


La última vez que te vi no fue el mejor sexo de mí vida,
días anteriores tus puertas fueron abiertas de par a impar,
meses atrás caí a tus pies lujuriosos y comestibles,
ayer recordé que tus lágrimas y gemidos eran plausibles.

Podría asegurar que libé el sabor de tú cuerpo,
podría jurar que tus ríos eran dulces y ajenos,
podría haberme quedado como cojín de tus posaderas,
podría haber sobrevivido lamiendo el vaivén de tus caderas.

Llorabas feliz y hasta en orgasmos de contenta,
gritabas celosa, insultabas y balbuceabas,
la espuma y los brebajes que brotaban de tú boca,
nunca me pintaron la pena y tú linda pinta anabolena.

Y me vi huyendo feliz en tu exasperada condición,
el recuerdo de tú puerta trasera me enajenó,
regresé experto en boicotear y te devolví a medias,
que pena que el novio de tú ¿vida? te esperaba entera.

lunes, 9 de noviembre de 2009

El Buen Torero...


No pienso nombrarte menos en cada destello,
la luna de hiel se terminó rato hace.
El odio al amor me tomó por sorpresa,
tus helados pies no añoran más proezas.

Pasó lo que tenía que pasar porque así lo dicen,
no te creas la justiciera del buen torero.
Te extraño en sueños mojados y muy secos,
tus orgasmos (no) fingidos eran un ensueño.

El caviar de tus recovecos melló mí corteza,
el sabor de tus fluidos me volvió sumiso.
No te diste cuenta ni en pretérito imperfecto,
tú falta de experiencia no es de mí incumbencia.

Recuerdo cuando advertí en susurros
(tomando prestado y robando acuñas),
Que las heces de un amor que era mentira,
no merecen ni el luto de una uña.

martes, 13 de octubre de 2009

Maldito domingo de un Enoclofóbico...

Cuando tenía 12 años caí, sin querer, en un mitin político, yo era un enano de metro y medio, casi ahogado y sin fuerzas fui rescatado por un bombero. Sin su intervención otra hubiera sido la historia. Desde ese entonces yo no puedo estar cerca de multitudes, me angustio, impaciento y me dan sevéros atáques de pánico y ansiedad. Nadie entiende mis reacciones. Esta es la razón...
Odio la multitud. Detesto caminar en las calles de cualquier ciudad que este tugurizada de paisanos que no saben cruzar la pista, que van en procesión por las veredas o simplemente obstruyen mí paso. Es verdad, estoy un poco paranoico y lleno de manías pero no puedo descartar de plano que a veces les deseo la muerte a ciertas multitudes. El fin de semana regresaba a mí casa, vivo por el Club Grau, después de haber almorzado tan placenteramente y con postre incluido. OH desgracia la mía, el corso por la semana jubilar de Piura obstruía toda posibilidad de que pueda cruzar la maldita pista y llegar a mí casa. A tan sólo 50 metros, tan cerca pero tan lejos. Mí ira empezó a crecer a manera sísmica. Luego de lograr convencer a un Policía que me importaba un rábano ver el puto corso y lo único que quería era ir a mí casa, un muro de contención me impidió pasar. Eran tres viejas piojosas, con una cola de caballo entrecano, pelo seboso y más arrugas que el culo de mi ex, las cuales en su demencia senil, imaginaron que tal vez pasaría el fantasma de Sánchez Cerro o el puto de Velasco Alvarado y no querían perderse tan magno evento. Tal vez recordarían épocas como la infausta reforma agraria, decisión que – imagino – a ellas les heredó las tierras que trabajaban hasta ese entonces. Luego de insultarlas y desearles muchos años de vida, gritos que no escucharon por su precaria audición, me vi forzado en tomar un taxi para bordear todo el corso y poder regresar a mí casa.
Media hora después seguía enclaustrado en un tráfico demencial, donde se cruzaban combis, motos, mototaxis y buses interprovinciales, todos y cada uno al ritmo de su claxon preferido. Porqué mierda no hay pena de muerte o cadena perpetua para estos Hijos de mil y un putas del demonio. Deseo, a pedido de mis tímpanos, que a cada uno de estos choferes se les caiga el pene a pedazos. Y que duela. Duela mucho.
Mil ochocientos segundos después y diez soles menos en mí bolsillo, llegué a mí casa, seguía energúmeno, histérico y hastiado de que un corso tan cagón y misio lo hagan frente a mí casa y encima no reserven zonas para los habitantes de las viviendas que tienen que perjudicar su tarde escuchando bombos, platillos, gritos y música de cuatro tarados que se creen artistas.
Hoy, tengo algunas propuestas para las autoridades, tan estúpidas como las viejas de mierda que me bloquearon el paso. Y tan ineficientes que nunca podrán ordenar Piura.
1. El próximo año les agradecería que el corso pase por sus viviendas, ahí que les bloqueen el paso a sus esposos, maridos, amantes y amistades y que violen a sus hijas, hijos y hagan lo que mierda quieran. Me importa un carajo.
2. Sería bueno, muy bueno, para darle emoción y dinamismo al evento que salgan dos tanques de guerra del ejército y aplasten un poco de gente. Más aún si son una viejas resinosas que lo único que hacen es quitarnos el aire puro, que tan escaso esta.
3. Si ninguna de las anteriores propuestas les parece atractiva entonces realicen el puto corso en la avenida Sánchez Cerro o en el Country o camino a Paita. De paso que botan por allá un poco de gente y así descontaminamos Piura y desatoramos la ciudad de tanto idiotón e ignorante que cree que la alegría de un corzo les va a cambiar la vida.
4. En último caso, y a falta de ideas y de autoridad, podríamos comprar un poco de Napalm, realizar otro corso u evento, con cualquier motivo, la gente es tan idiota que por cualquier cojudez sale a la calle y abarrota las avenidas, y rociarles mucha de esta gasolina gelatinosa. De esta forma también limpiamos un poco la ciudad. De paso podemos utilizar la misma técnica en Río Seco y en las comisarías del sector. Así limpiamos dos por el precio de uno. Si sobra un poco lo soltamos en el Gobierno Regional, directo en la cabeza de Trelles y un poco mucho en la Municipalidad.

Esas son mis propuestas, no creo tener el forum suficiente como para realizarlas, pero al menos ahí están. No soy terrorista, ni revolucionario. Soy de derecha, pero con ganas de estallar...

domingo, 11 de octubre de 2009

Incasto, pobremente virtuoso...

Mi gran problema con las mujeres, es que cuando estoy tranquilo y completamente concientizado en la monogamia, cuando me he creído y hecho creer el cuento que soy el clon del “Jorobado de Notredame”, con la finalidad de no fijarme y creer inverosímil que alguna mujer se fije en mí, surge una musa bella, una pequeña mujer capaz de romper todos los esquemas, una desquiciada sexual que puede aceptar todas mis aberraciones, y que le encanta mí forma de ser. Entonces llego a la conclusión que nunca podré ganarle a la infidelidad, que nunca podré ser monógamo y que mucho menos podré pasar años prudentes sin perder la cabeza por otra mujer. Y entonces recuerdo aquella maldición lanzada por una ex bulímica a la que le hice mucho daño “con querer queriendo”. Y bueno, tal vez mí destino sea ese, ser un solterón de muchos mares y pocos puertos. Soy todo corazón y eso me hace mal, soy muy sensible a la belleza, por eso pierdo la cabeza con tanta facilidad… Socio de la Soledad.
Es difícil, muy difícil, llevar una doble vida, no soy de las personas, admirables y estoicas, que pueden soportar tanta presión sin confundir los nombres de sus amantes. Siempre me he equivocado, por eso opté por llamarlas a todas “Amorcito”. Así todas se creen el mismo cuento y yo no recibo más bofetadas o insultos o maldiciones y aquelarres. Me gustaría explicarle a algunas mujeres, sólo a una, que nunca fue mí intención ser brutal y malvado. Fueron circunstancias de la vida, se dio así, así se dio. Yo no soy malo, aunque me esconda entre la maleza.

Una enana mental, de piel fogosa y ganas explícitas me dijo alguna vez que era un espléndido egoísta, que nunca por nunca podría querer a alguien de verdad, que me pasaría la vida entre correteos y medias noches. Que solo serviría como un imponderable amante pero nunca un buen novio (¿Era un halago?). Y, de pura pica, le respondí: No me amo yo, menos te voy a amar a ti.
Algunas noches soy fácil, no acato límites.

Soy raro, me siento un apestado, un incasto sin corazón, un lujurioso, un ser pobremente virtuoso. Ya no siento vergüenza de nada. Todo pasa, nada queda. No aprendo de mis errores. Los cuernos que pongo ya no me causan estragos. Soy feliz así. Quiero ser un bohemio, escritor e infiel. Quiero vivir con “Victoria” y “Soledad”. Tal vez podría dejar de comer meses, y sólo llenarme de pensamientos libidinosos, incontinentes, intemperantes y lascivos. Los deseos paganos son mis favoritos. Los pecados capitales fueron inspirados en mí. Estoy condenado a reencarnarme miles de veces hasta aprender que la lujuria no es buena. Tamaña idiotez, bienvenidas sean señoras reencarnaciones.
Con el tiempo fui aprendiendo a ser robot, era programable en cuestiones del amor…

miércoles, 16 de septiembre de 2009

You don’t fool me, Killer Queen...

No Killer Queen, no desesperaré, ni dormiré sin soñar, ni descansaré sin placidez por ti, no subsistiré en nebulosas ni pondré mí quietud en tu inquietud.
No Killer Queen, no derramaré tiempo, esfuerzo, fluidos y sudor por tratar de comprender tu enigmático arraigo hacia el lado obscuro y fosco del libertinaje.
No Killer Queen, nunca entenderé tú cansina forma de convencerme, nunca me podrás exhortar a descifrar tu erradas decisiones. Nunca es nunca. No es nosé.
No Killer Queen, podrás decirme amor, amigo, orate, anormal, maniático, infame, puto o insólito, pero nunca me dirás “bruto creyente”.
No Killer Queen, no llamaré desesperado porque me contaron que te vieron con otro, o porque me engañaste que salías con otro. Trataré que no sea así.
No Killer Queen, no prodigaré (nunca más) besos y dichas por doquier, no seré sublime, etéreo e irreal, no creeré ni tú nombre ni apellido. No tendrás apodo para mí. Seguiré siendo tú hazmerreír, tú toco y me voy, tú efecto mariposa.
No Killer Queen, no me cuentes cuentos ya contados, invéntate unos nuevos y recuerda que cuando tú naciste yo ya escribía, yo ya vivía y yo ya era un mentiros compulsivo, experto en excusas de excusado. Yo inventé la mentira Killer Queen, tú sólo la copiaste.
No Killer Queen, no me vengas con clichés y frases de amor, no soy Corín Tellado, ni quiero ser Arjona, soy brutal como Calamaro, soy enfermizo como Charly, soy despiadado como yo mismo y soy poeta maldito como Sabina. Vomito desverguenza, ironías y deseos zafios.
No Killer Queen, no va más, esto duró menos que un día solar en Júpiter. Esto es descabellado y obsesivo, esto es imborrable y lascivo y amoral y truculento y aberrante y divino y orgásmico y quimérico y aturdido y escandaloso e impostergable y casquivano. Esto es imposible de decirle que no. Nunca. Un nunca sin ti es toda una vida en el limbo. Estoy condenado a vivir en purgatorio. Esto es un asesinato minuto a minuto, una tortura segundo a segundo, esto puede ser amor día tras día y puede tenderse en patología noche a noche. Los celos hierven dentro de mí y la explosión puede acabar como otra Pompeya. No va más pequeña Killer Queen, pero fue tu insana decisión, no la mía... Crees tú que esto: ¿No merece ni el luto de una uña?...
PD: 99.98% basado en una historia irreal.

viernes, 21 de agosto de 2009

1,400 días y 60 noches...

La Dra. K dice siempre lo que piensa y casi nunca piensa como yo, todo para ella es un ir y venir en contra mío. Eso lo entiendo y me gusta, yo siempre ando equivocado en todo y exagerando la vida. Ella me regresa a la tierra mientras yo vivo volando, pensando en libros, frases, palabras y en futuros que pueden ser. Yo quiero ser un bohemio intelectual y letrado, ella quiere ser una profesional brillante y docta. Yo estoy muy alejado del camino correcto, me queda un 100% por recorrer, ella ya tiene la mitad del tramo resuelto. Yo la amo con locura y malicia, ella con candor y osadía.


Soy un tirano, mandón, renegón, desconsiderado, lenguaraz, blasfemo, compulsivo, muchas veces zafio y pocas veces hipócrita. Pero ella me doblega en un dos por tres. Ella es fashion y delicada y me enseño a vestir. Yo era un desfachatado, huachafo y pelucón sin presencia. Pero creo que ella vio en mí un potencial donde pulir. Yo vi en ella mí salvación y un nidito donde poder construir mí mundo imaginario. Yo no lloró mucho, ella llora más, a veces por mí culpa y otras tantas x el resto, ella es afable y yo soy grotesco y fallado. Yo la hago reír mucho y ella en recompensa me dice que me ama. Yo soy un cómico ambulante y ella una mina de seda.
Ella no tiene currículum amoroso, el mío era ancho y ajeno. Pero creo que ella buscaba un amor quimérico, por eso fue posible nuestro amor. Y no sé si ella se siente igual que yo, sólo sé que hoy me levante absorto, dichoso, feliz, suertudo, próspero, venturoso, afortunado, contento, alegre y un poco mucho satisfecho. Y me sentí por mucho tiempo amado de verdad y sin celos del aire y las miradas ajenas. Me sentí confiado. Le entregué mí vida, mí pasión y mis formalidades. Le regalé mí futuro y mis libros. Le robé mí pasado mugriento y lo envié a un vacío vano y sin marcha atrás, un camino sin retorno.
Tengo una novia de buena familia, con miedos y temores, con amores y desamores, sincera y directa, febril y discreta. Mí sueño, mí vigilia, mí adicción: Calita…

jueves, 13 de agosto de 2009

Cartas Extraviadas (Capítulo I)

Piura, 25 Febrero del 2003


Querida ex amiga:

Medité mucho antes de empezar a garabatearte esta carta. En el fondo sé que no la vas a leer, o si lo haces imaginarás que no es para ti, que no la entendiste o que escribo tan mal que no vale la pena recordar nuestros funestos días. Yo creo que si no la lees es porque aún no has aprendido a leer.
Recordada ex cómplice, sólo me urgía saber cómo te encuentras, hace muchos años no sé absolutamente nada de ti, ni de tú vida. Ostentas alegrías? Sufres desdichas?. Recuerdo la última vez que nos vimos, fue en casa de tú abuelo, hicimos el amor en el escritorio, nos besamos en la cochera, jugueteamos en los muebles y luego peleaste conmigo porque mí celular no paraba de sonar. Y llamaste puta a todas las mujeres que me rodeaban. La puta era yo, no ellas. Luego me llamaste pero nunca más estuve para ti. Sorry, fue sin querer.

Apreciada ex amiga, te extraño, a veces veo tus muecas en caras desconocidas, a veces (alucina) que escucho comentarios súper huecos como los que tú solías hacer (alucina). Es muy raro todo esto, yo estoy seguro que tú de cuando en vez te acuerdas de mí, cuando oyes una broma tonta, cuando ves a un idiota con cara de ganso y sé que me extrañas mucho cuando no te satisfacen plenamente (Gritas mí nombre en silencio). Yo también me acuerdo mucho de ti, sobretodo cuando como lechuga lombarda y chocotejas de pecana.

Adorada ex amiga, recuerdo tus lágrimas en la sala de tú casa, las risas incontrastables que hacían eco por toda tú casa. Los ladridos de tú perra (que me quiso más que tú). Recuerdo los ex recuerdos y cuentos que nos inventábamos para pasar la tarde. Te soy sincero, ex amiga, ya no recuerdo las cosas malas que te hice. Las olvide por completo. ¿Y tú? No creo, mis perjuicios son imborrables, te dejaron la piel tatuada. Y sé que aún me odias un poquito por tanta malquerencia y desengaño. Bueno ódiame pues, ódiame mucho, no me hables nunca más, aborréceme, detéstame, tenme siempre entre ceja y ceja, deséame la muerte, pídele a Dios que me haga pagar todo lo que te hice, si me ves por la calle (improbable) voltéame la cara de un sopapo. Sabes qué te recomiendo, ex amiga, que contrates un par de fortachones para que me den mí merecido. Que me masacren por ser tan canalla y un completo granuja.

Querida ex amiga, estoy seguro que nunca podrás hablar bien de mí, no te lo estoy pidiendo tampoco, ok?. No quiero pleitesías ni reclamo consideraciones. Pero vamos, no seas tan resentida, siempre hay dos culpables, mi añorada ex amiga, la carta es corta, espero que lo tomes con soda, como te lo enseñé siempre. No hagas hígado, esta carta no verá la luz nunca. Te soy sincero (por 1º vez) antes de éste escrito habían palabras de amor y arrepentimiento, pero (alucina) que no las siento mías. Y no quiero mentirte más, por el bien de nuestra ex amistad.

Oye, ahora que ya somos ex amigos, tú crees que podamos conversar por teléfono como antes? Horas de horas súper divertidas. O mejor aún, si salimos un día de estos a comer helados, al cine o a cenar. Nada de romanticismos, pura ex amistad. No intentes besarme como cuando te conocí, recuerda que ahora nuestro status es de ex amigos, y los ex amigos no se andan besuqueando en recovecos oscuros. No te voy a tomar de la mano y apretujarla fuerte como pidiéndote que no te vayas. No, no haré eso. En serio ex amiga, confía en mí. (Aunque suene ilógico). En serio ya cambié, un poquito al menos. Tú sabes que soy un ser demasiado imperfecto. Too much dirían tus amigas del club. Oh my god diría tú mamá.

Oye, te conté que me volví escritor, bueno estoy exagerando, estoy intentando serlo. Según las primeras críticas parece que me puede ir bien y tal vez algún día tenga dinero sufi sufi (Alucina). Si pasa eso te regalo un libro autografiado y si quieres te invito un café en La Tiendecita Blanca de la Av. Larco. Bueno, antes de lanzar el libro tengo que confesarte que está narrado en primera persona (yo) y cuenta todas mis intimidades contigo. Espero no te ofenda esta minucia, porque yo creo que deberías sentirte halagada de que te haya escogido. (Alucina). Aún no tiene nombre, pero si me das ideas prometo compartir contigo los laureles y las regalías. Y hasta te lo podría dedicar por servirme de vil inspiración.

Bueno ex amiga, espero no haberte aburrido con tan tonta carta, y desearía una pronta respuesta. Te extraño un poco mucho.

Con amor y odio (alucina)

Cedro.

PD1: Ódiame y detéstame, pero no te olvides de mí. (Diría yo)
PD2: ¡Que poca madre! (Dirías tú)
PD3: Peléate tú conmigo, yo no tengo ganas de pelear. (Diría yo)

miércoles, 5 de agosto de 2009

Yo quería ser Don Juan, tú Puritana...


Recuerdo haberme despertado ebrio, muy ebrio. No recuerdo haber estado tan intoxicado como ese día. La cabeza aún me daba vueltas, la cara me dolía, los brazos me rabiaban y las arcadas iban y venían como contracciones fulminantes, cada treinta mentadillas. Revise la hora y mí reloj no funcionaba, yacía destrozado al lado de mí cama. Mí celular repleto de llamadas perdidas de mujeres pérfidas me informó que eran las once de la mañana. Demasiado temprano para aguantar tan terrible resaca. ¿Dónde están mis diazepan? Necesitaba un cocktail urgente. Era de vida o muerte cortar las arcadas y dormir placenteramente hasta el día siguiente. Para mi mala suerte era feriado y no había ninguna botica abierta, y mis pepas de reserva se habían agotado haciendo un punto aparte.

Llevaba ya casi dos años sin probar una gota de alcohol y agregados, hacía ya mucho tiempo que estaba limpio. Tenía meses sin saber lo que era una resaca. Ostentaba mí propio record de cuantas horas llevaba sobrio. Contabilizaba cronométricamente los segundos que vivía sano, pertinente y haciendo deporte. “Yo te prometí hacer deporte pero era una mentira para robarte un tal vez”, esos fueron los votos que hice, dejar todo por una quimera temporal. Y nos embarcamos en la aventura de reprimir mí estilo crápula de dipsómano cohibido y toxicómano farsante y temeroso.

Yo a cambio sólo pedía falanges, falanginas y falangetas. Me pagabas con bajas pasiones y mis labios aprovechaban tus rincones más olvidados, más inolvidables. Mientras que yo hacía planes con tú ombligo y te nombraba damisela de mis noches más perturbadas y onanistas. Tú te desvivías en llamadas que nunca contestaba. Mientras yo departía un coitus interruptus con tu frágil anatomía. Tú me pedías tiempo juntos y yo respondía tiempo al tiempo. Reclamabas besos y abrazos, mientras yo no quería caer en la trampa letal de las parejas de empezar a querer y segundos después desquerernos.

Y maldecía el buen marketing de los recién casados, mientras tú soñabas con afirmaciones de enlazados. Yo quería ser Don Juan, tú puritana y me hablabas del futuro y del mañana. Las razones eran obvias, no reclames. Yo iba al sur y tú al norte. No te culpo por los cuernos que nos dimos, ni reclamo por orgasmos tan fingidos. La pasamos tan bien entrometidos, llenando recovecos con espasmos, jaleas y graznidos…

martes, 14 de julio de 2009

La Musa no tiene quién le escriba...

Tiempo atrás lo salpicabas todo con tú encanto, te he visto reducir hombres al llanto y a la fortuna despreciar. Y la inspiración que iluminabas en mí se fue diluyendo. Se extinguió la llama de la culpabilidad y admito, en mucho tiempo, ser feliz y dejar de tener pesadillas donde me persigues con revólver en mano. Y ayer soñé contigo, me abrazaste y te abrace, no más de la cuenta, nuestros status no nos lo permiten. Hay que guardar el protocolo y respeto, incluso en sueños. Volvimos a ser amigos, como antes de ser íntimos enemigos y sonreímos remembrando idioteces que ya no recuerdo. Y conversamos tendido y largo, extenso y profundo, como tus recovecos.

Y nos dimos cuenta que el mundo es ancho y ajeno, ni para ti y mucho menos para mí. Y que no valía la pena que sigas siendo mí enemiga número uno, porque un ser tan canijo como yo no merece tener disidentes. Aún no soy nada ni nadie como para llevar con orgullo medallas de odios, ojerizas y revanchas que me impacientan el karma. Mis enemigos, por el momento, suelen ser ínfimos, cerdos apestosos y descerebrados sin criterio. Y tú no eres así, por lo tanto no puedes ser mí enemiga. Odiáme, pero no tanto.

Y, en sueños, reconocí -creo que si- mis garrafales errores, y pedí las disculpas del caso, aunque no recuerdo si fueron aceptadas. Y -quiero creer- que tú también te disculpaste, porque cuando revienta una bomba hay dos culpables: El que da la orden y el que la ejecuta, en éste caso, admito, haber sido un hijo de puta. Pero no soy egoísta, y dejaré que ambos apreciemos la culpa.
El sueño se desarrollo con mucha calma, mentiría como siempre suelo hacer, si afirmo que recuerdo cada parte de la conversación, no recuerdo nada, sólo sé que me levante renovado. (Sin tanta negatividad, como en post anteriores habrán podido reconocer, he tenido escritos funestos y lamentables, vergonzosos y aniñados). Pero, felizmente, t
odo me fue bien, esta vez tuve suerte, pero tal vez el próximo sueño se convierta en pesadilla y vuelva a levantarme exaltado y asustado. Presa de un insomnio a las 3am, siempre a esa hora, ese infausto intervalo de tiempo, donde creo que fue en el que tomé la decisión de ejecutar la orden de arrojar la bomba. Bumm!!

Hoy por hoy, siento en forma rala y dispersa que la musa de la inspiración quiere regresar bien, que ya se cansó de estar con algún pigmeo capado y piensa volver a mis brazos. Estoy seguro que con ella podré terminar algún empalagoso libro de poemas de amor o una sublime y diabética novela rosa, como las preferidas de Corín Tellado. O, también podría joderla para que regrese mal y poder terminar un libro de cuentos de amores perros, celos enfermizos y relaciones energúmenas, y mí primera novela con mucha tragedia, desencanto y contando hasta los más íntimos secretos que guardo, que me contaron y que podría inventar de ti, de mí, de ellos y también de nosotros. Y así me odiarías más. Tienes que entender que todo beneficio tiene que tener un gran sacrificio. Hoy, quizás la sutileza me guardó un rescate, me fui avivando en otro par de escapes, me vine sabio en boicotear...

domingo, 12 de julio de 2009

El Idiota de campeonato...

Estoy feliz y contento, no tengo más problemas que los normales, esos que me aquejan de cuando en vez. No quiero amargar más mí corta existencia. No tengo ganas de vivir más de recuerdos, de pasados o de futuros que pudieron ser y no serán. No deseo pensar más que en un futuro cercano contigo y nunca sin ti. Eso si que no quiero. No quiero ni debo perderte. No sería dable perjudicar mí aciaga tranquilidad y mí deleznable corazón. Yo soy tú, o mejor dicho mí vida eres tú y solamente tú, capisce?. No quiero emborracharme hasta perder el conocimiento. Quiero tomar vino, fumar y pasarla tranquilo y feliz. Ya no tengo ganas de cagar las cosas, eso ya no me hace feliz. Ya no tengo ganas de joderle la vida al mundo. He descartado de llano seguir siendo contreras a más no poder. No quiero ser más un problemático chistosón, prefiero ser un exagerado cuentacuentos. He decidido seguir siendo un cómico ambulante. No tengo ganas de ser trágico y pensar que nada tiene solución. Quiero vivir stone.

Ya no quiero escribir más mentiras, pero eso si creo que sería imposible. Yo vivo de las mentiras y las exageraciones. Vivo creando historias que la gente se cree. Relato pasajes de mí vida que yo imagino y termino creyendo. Soy un mentiroso compulsivo, pero así soy feliz. Las mentiras me dan vida, me relajan y me ofrecen un mundo nuevo. Una existencia donde yo soy el escritor de cada escena, musicalizo mis acciones, caracterizo mis broncas y frustraciones y les doy el final que mejor me convenga. Y donde siempre tomo las decisiones erradas. Pero he entendido que soy un ser demasiado imperfecto. Too much.

He tomado la decisión de liberarme de miedos y frustraciones, de seguir adelante, respirar, caminar, fumar y apagar la luz. Tal vez hasta me animé y termine la novela que tantas veces empiezo y que nunca acabo. Hasta cabe la posibilidad de que pueda hacerlo en esta vida. Y tal vez podría guardar mis miedos en una mochila, por un buen tiempo. Eso me permitiría iniciar una nueva vida, más acorde con mis anhelos. Más consecuente con mis expresiones y mis habladurías de ebrio conciliador y borracho palabrero y locuaz. No quiero ser más un comunicador frustrado, por lo tanto tendré que renunciar.


Voy a desconocer todo lo malo que hice. Voy a expeler mis más grandes fobias y tratar de ser valiente por primera vez. Voy a ser capaz de todo. Voy a vivir lo que en realidad necesito y quiero vivir. Voy a tratar de volverme independiente de todas mis incapacidades para poder serlo. Y dentro de un año quiero ver mí primera novela en los anaqueles empolvados de alguna librería vetusta. Después voy a despertar del sueño y seguir siendo el mamotreto de escritor y el remedo de hombre que he sido hasta el sol de hoy. Y entender de una buena vez que el idiota se nace y no se hace... Que poca madre.

lunes, 6 de julio de 2009

Mr. Lonely...a sus órdenes.

Siempre me he imaginado autosuficiente, independiente y financieramente estable, nada más remoto de la realidad. Sigo siendo un idiotón tetudo que vive con sus padres, que aún no puede comprarse el auto de sus fantasías. Hablo mal de la gente que no se arriesga, pero yo tampoco lo hago. No tengo carro ni depa por temor al futuro. No escribo mí libro por miedo a que sea un bodrio. Sólo sigo estudiando, otra carrera, otro diplomado, otra especialización. Como si tantos títulos me sirvieran de algo más útil que llenar paredes. Tengo en mí billetera cerca de cinco tarjetas plásticas, con crédito suficiente para vivir solo y vivir bien, pero el problema es que tan sólo soy un testaferro de mí padre. Yo soy el titular, él paga las deudas. Soy un monigote que sirvo de nexo entre bancos y negocios.

Tiempo atrás tomé la -¿sabia?- decisión de estudiar otra carrera, y la acabo de culminar hace poco. Hace un mes, creyéndome muy eficiente, me matriculé en un diplomado, acertada decisión; ahora mis ganas "de todo" sólo existen cuando estudio, luego de salir de clases soy una marmota desganada, sin ganas de sexo, sin ganas de vivir, ni tampoco de morir. Sin brújula. Entonces mí vida se resume a clases y más clases. A ejemplos, casos y exámenes. Sigo escribiendo en un medio que me valora en ilusiones, sigo imaginándome como un escritor serio que ofrece charlas y entrevistas, sigo admirando al cosmopolita Vargas Llosa, sigo sin poder iniciar una dieta seria. Sigo siendo una ameba.

Hace una semana, no sé porqué, ad portas de mí cumpleaños número Atiqueteimporta, empecé a sentir cierta desazón de la vida, de mí vida, de cómo la estoy manejando, de los pocos frutos que cosecho, de mí escasa valentía. Hoy me siento tranquilo y feliz. Pero no sé si nos pasa a todos, pero hasta hace 96 horas atrás, me sentía deprimido, lonely, acabado, frustrado, cansado de la misma mierda. Aburrido de las mismas caras, de levantarme todos los días para escribir de lo mismo, saludar a la misma gente y esperar fin de mes para pagar las múltiples deudas en las que me he metido de puro huevón y por querer estudiar tanto.


La última vez que me sentí tan angustiado y atrapado fue hace 5 años y medio: Chambas austeras, relaciones obsesivas, libertad cortada, frustración completa, fidelidad perdida, el resultado fue un escape a otras tierras, donde poder empezar de nuevo. Así llegué de nuevo acá. Y así tal vez regrese de nuevo allá. Más pronto de lo esperado… y fugando como siempre.

sábado, 27 de junio de 2009

GOD SAVE THE KING...

<>

R.I.P. King Of Pop...I'll always love you!!
Michael Jackson: The One.
Thanks for all...

viernes, 26 de junio de 2009

En la acera del frente...

Viajo por la vida apurado, nunca me da el tiempo para nada, siempre llego tarde a todo y pocas veces he sido felicitado por mí escasa puntualidad. Hace unas horas salía de casa, raudo, veloz, con chompa y lentes de sol sin sol, triste por la muerte de Michael Jackson, acongojado por que murió un ídolo, el Rey del Pop, un ser incomprendido, raro, loco, excéntrico, insólito, paradójico como suelen ser los genios. Pero algo llamó mí longánima atención, en la acera del frente caminaba un joven, muy fresco, ciego, muy ciego; con el típico bastón guía. Sus pasos eran firmes, seguros, como el que ve con perfectos ojos felinos. Su andar era rápido, de pasos largos, como el que viaja apurado a una cita. Sorteó todos los huecos de la vereda con maestría de experto cirujano, cruzó la pista haciendo un ademán de escuchar quién viene por la derecha e izquierda, y se perdió caminando a paso galopante en la trocha inmensa que se han convertido las calles de Piura.

Me quedé pensando lo que todo el mundo haría, ¿Qué tontos y pequeños pueden ser nuestros problemas? Más aún si los comparamos con héroes minusválidos que salen airosos de la vida, gente luchadora que no se deja vencer por impedimentos físicos o miradas y/o comentarios zafios.Y me sentí un webonazo de campeonato, un perfecto idiotón que pelea por nada, que se ahoga en un vaso con agua o que le da la importancia no debida a problemas estúpidos. Y pensé, hoy no me voy a amargar ni hacer problemas por nada del mundo, pero no puedo, ya estoy empinchado escribiendo este post. Y me pregunto, porqué amargarme por gente que jode mí trabajo. Existe un divieso mutante que se cree retratista de celebridades. Un cerdo gigante sudoroso y abombado. El ser más apestoso que he conocido, con un culo inmenso, una boca babosa y un tono de voz entre mongólico y aniñado. Con un hedor, que emana de sus poros cuales pedos vespertinos. Su culo no entra en una silla común y corriente, el grasiento pesa cerca de 120 kilos. Y estoy casi seguro que su boca ostenta el mismo tufo que sus posaderas.

Eso si, el Sr. Culo, tiene un criterio tan grande como un folículo piloso y su talento editorial es casi el mismo que el de Tongo para el canto. Es una marrano chismoson y maletero, podría decir que hasta medio amanerado. Y feo el condenado, feo como el Maestro Java, grotesco como las tetillas de Alan, risible como una muela careada de la tía Bozzo, con todo y mal olor. Y me doy cuenta porque nadie habla de él, porque lo expectoran de todos lados, y sólo tiene de amigos a la gente que él suele chuparle las medias. Entonces me vuelvo a preguntar: ¿Vale la pena amargarse por un oxiuro sobrealimentado? Y yo mismo me respondo: Pues claro que no perfecto estúpido, nadie vale tanto la pena como para amargarse, menos aún un moco de carpeta, una flema sin talento. Y entonces dejo la catarsis acá, porque ya desprecie mucho, y no es justo gastar mis insultos y creatividad en mojones tan insignificantes.

Y aquí acabó el post más mentecato que he podido escribir, y seguro el peor que escribiré en todo lo que pueda durar esta aventura de Vano Oficio. Esto me ha servido para darme cuenta que soy mejor desdeñando de mí mismo que de otra gente. Y también me hace pensar que de gente intrascendente no puedo escribir, porque no inspira. Pero estoy seguro que no hay mal que resista mucho sueño y ayuno…ni cerdo que lo resista.

lunes, 22 de junio de 2009

El retorno del Stupid Boy...

Desde muy pequeño siempre he detestado las servilletas de papel, me parecen innecesarias y un gasto excesivo, un sacrificio insano de árboles y naturaleza. He sufrido un extraño caso de amor-odio con el fuego; los fósforos llaman mucho mí atención. Los detesto porque su tallo esta hecho de madera, lo adoro porque la pólvora puede incendiar todo lo que toca. He estado varios años en rehabilitación para curar una enfermedad que hizo que mí psicólogo me clasifique en el file de los Piromaniacos, pero ya hace mucho tiempo que no juego con fuego. Al menos no literalmente. Soy ecologista pero nunca sería vegetariano.
Ver gente escupiendo en el piso me causa mucha aversión, no es que pretenda ser fino y educado, sólo que soy asquiento hasta las lágrimas. Una arcada extraña puede lograr en mí el mayor de los vómitos hechos por un ser humano. Un olor muy fétido puede producirme náuseas de varias horas. Y un simple comentario o foto repugnante puede hacer que mí presión baje hasta ultratumba y dejarme helado como hielo seco. Odio tener que fingir atención o interés en conversaciones con gente inútil, detesto quedar bien siendo hipócrita. Censuro a la gente que tiene dos caras, una cuando necesita un favor y otra cuando no te necesita. Pero más me jode el no poder mandarlos a la mierda, porque soy un webón protocolar, medio caballeroso, que evita peleas y a veces pone la otra mejilla. Odio, aborrezco, detesto, fustigo, me causa animadversión, tirria, antipatía y ojeriza la gente soberbiamente idiota y que encima baila reggaeton. Y que peor aún lo baila como su género opuesto.

No tengo un tipo ideal de mujer, me han gustado de cualquier etnia, piel, matiz o religión. Eso sí, me enamoro perdidamente de la inteligencia, a tal punto que puedo adorar una bienhechora conversación y amar buenas respuestas. ¿He sufrido por amor? Yo creo que sí, cuando la Dra. K me deja o me abandona vivo en el limbo y sin rumbo. Aunque nunca quiera reconocerlo, mí vida es parte de ella, por eso soy feminista hasta los huesos. Porque ella también lo es. Por eso respeto las señales de tránsito, porque ella me enseño a respetarlas. Por eso pienso y luego existo, porque ella me enseño a pensar, y pensar bien. Por eso me encanta amarla, porque ella fue la única que me enseño como hacerlo.

Volviendo al tema principal, que es una de mis acostumbradas catarsis -nuevamente- me jode la gente que come con la boca abierta y peor aún si conversa masticando. Carajo que te puedes atorar, imbécil que se te ve la garganta y los dientes llenos del bolo alimenticio. Ciérrate sésamo. Aborrezco mis falsas y cobardes ganas de querer mandar todo a la mierda y dedicarme a escribir, y tratar de ser un literato ramplonamente desconocido, y con carro en la puerta de su casa. Detesto a las moscas y los zancudos, los baños sucios y hacer cola. Detesto los mocos y la gente que eructa y se tira pedos como si fuera gracioso. Me gustaría alicatarles el culo con brea, eso si sería muy gracioso.

Si me pidieran musicalizar mí vida lo haría con la canción: Here whit me de Dido, no sé porque me parece genial, espléndida. Me relaja, me mata y me renueva. Me transporta y me acarrea. Me deja morir en paz, creyéndome libérrimo…

viernes, 12 de junio de 2009

Mí orgullo puede más...mucho más

Siempre me califican como un soberbio de mierda, un orgulloso del carajo. Y yo recuerdo, no lo admito, que antes fue peor. Y que ahora soy un simplón sin orgullo, que nada le cuesta pedir perdón si se equivoca y disculpas si no esta errado.
Hace pocos días vi un reportaje, donde unos periodistas argentinos y peruanos despotricaban contra nosotros, los blogger, infiriendo que nosotros no somos estrellas mediáticas y mucho menos famosillos como para colgar nuestras vidas, penurias, tristezas y sinsabores en una seudoweb. Entonces, yo orgulloso y soberbio, pensaba porque mierda este par de galifardos asexuados se tomaban media hora de una entrevista para maltratarnos. O es que acaso nuestras miserables vidas estén siendo más leídas que sus apestados libros monotemáticos.

Y confieso la verdad, yo nunca empecé a escribir para recibir elogios o insultos. No empecé a escribir para hacerme famoso y me llamen de los programas de TV para dar mí opinión sobre la aborrecible cara de culo de Magaly Medina. Tampoco inicie mí escritura con éste blog, porque antes de éste blog yo ya escribía, ya leía y ya era un ilustre desconocido. Otra aclaración, el nombre Vano Oficio, no nació hace un año, el nombre ya lo tenía desde el año 2,000 cuando inicie la aventura de escribir cuentos. Mucho menos inicié mis garabatos pensando en ti o en mí, la génesis de todo resultó de mis tantas visitas al psicólogo, tantos malos consejos recibidos, tantas frustraciones creadas y demasiadas maldades realizadas. Soy el producto de muchos problemas y pocas soluciones.

Y prueba de ello y mí poco interés por ser conocido es que escribo cada vez que lleno el silo de mí paciencia, o cada vez que una pesadilla me atormenta brutalmente, o cuando cago las cosas (que de un tiempo atrás ya no son tan frecuentes). Últimamente mí vida esta estable y eso no me permite regocijarme en el barro de mí inmundicia, lejanamente recuerdo problemas tontos y orgullosos. Y si antes me arrepentía, ahora me alegra de haber tomado ciertas decisiones, porque de lo contrario mí vida no tuviera el caudal que tiene hoy en día, ni hubiera conocido a la Dra. K, ni existiera VanoOficio y mucho menos Neo me escribiera comentarios tan compasivos, humamos y bienhechores. Esos que me dan ganas de seguir escribiendo.

Y trayendo un poco del pasado a mí presente, me gustaría recordarte una de las canciones con la que partí, esa que te dediqué por el auricular de mí celular viejo y tosco, esas canciones que son mensajes directos en un día de esos en que nos emborrachábamos con tragos cachineros, previo al infausto día de afirmaciones de templete: Compárame que aunque salga ganando yo he perdido, si de nada valió haberte querido, quizás a mí me sirva de lección. Compárame que ya tuve ocasión de compararte, si de nada valió haberte querido… Mí orgullo puede más que nuestro amor.


martes, 26 de mayo de 2009

Misógino aprendiz de seductor...

Quiero ser tu macro porno intenso. Pero tan solo llegue a tocarte cerca de vez en cuando, y en la mayoría de veces cuando el alcohol extraviaba tus sentidos. Pero bueno, ni podrás quejarte porque bien que te divertiste, nos divertimos, la pasamos bien y nos tocamos más de lo debido. La verdad, te confieso, luego llegaba a mí casa y recordaba cada escena, como si mi promiscua memoria las hubiera grabado: mis ojos seguían viendo tú cara de mozuela endiablada, mis manos seguían sintiendo tus nalgas frías, mí boca seguía saboreando recovecos no tan prohibidos y mi nariz seguía sintiendo tus olores sensuales y sexuales. Luego de una semana el ardor pasaba y continuaba con mí vida sosa y aburrida, hasta que el alcohol y tus sentidos nos cruzaran otra vez por la calle de los besos sin amor.

No pienso darle una ubicación temporal a éste relato, no quiero más problemas que los económicos (que me aquejan en demasía últimamente). Darle un tiempo y espacio, implica que tú sientas que lo escribí para ti, pensando en ti, en tú nombre y en como te llamaba cariñosamente en la oscuridad de alguna habitación. Entonces no quiero crear habladurías, ni rellenar tu ego de beatita de humay. La verdad es que prefiero que piensen que, como siempre, este post es otra de mis tantas y tontas ocurrencias. Y de preferencia no lleva nombre ni apellido y menos apodos cariñosos, tan cursis y tan idiotas.

Y que soy un imbécil desconocido que escribe incoherencias porque no tiene como escapar de su quimérica careta de misógino aprendiz de seductor. Aunque en realidad sea un feminista convicto y confeso, y crea profundamente que las mujeres son seres muy superiores a los hombres. Aunque nadie me crea. Tal vez mis relatos sean muy ambiguos y digan lo contrario de lo que en realidad quisiera decir. Pero no puedo glorificarte falsa “beatita de humay”, eres lo más parecido a una prestamista de amores de fin de semana. ¿Quién da más?. I´m sorry, good bye.

martes, 14 de abril de 2009

La inspiración se fue con otro...

No escribo hace tiempo porque la verdad ya no sé que escribir, no tengo ideas, no tengo ganas y mucho menos tengo tiempo – Aunque muchos dirían: El que quiere puede – pero bueno pues, yo no quiero, ni puedo. Estoy agotado en todo sentido. Y no tengo apellido compuesto que me ayude. Empecé un libro y me quedé en la página 19, estancado hasta el cogote, con los cojones a punto de reventar. La idea original, así como empezó y tal cual la concebí, ha mutado, o mejor dicho esta ad portas de mutar. Siento que si logro publicarlo los odios y murmuraciones hacia mí persona se van a acrecentar de una manera inimaginable. No hablo de nombres y apellidos, pero tal vez alguien y muchos se sientan identificados. Y aún sin publicar ya recibí amenazas.

Y las pocas ex que, en el inframundo de su corazón, me tienen cierta estima terminaran por odiarme sin chistar. Y la verdad que sólo lo hago por divertirme, no tengo animadversión por ninguna, es más, las quiero a todas, no como mujeres, pero si como personas que compartieron su mundo, tiempo y vida con un necio como yo. Entonces esta es mí manera de decirles a ellas que no soy tan malo, que no soy tan canalla, que mí convincente forma de ser un protervo hijoeputa es tan sólo una careta. La verdad que el libro es un mero homenaje a su paciencia y aguante. Y a esa forma tan digna y galante de llevar los cuernos.

Otro dilema son los conflictos que ya estoy teniendo con la Dra. K por escribir en éste mísero blog, ¿no hay libertad de expresión en éste país? Y mí austero argumento es que el decenio dictatorial fujimorista ya pasó y no volverá, la prensa ya no se vende señorita. Yo soy Neoliberal y odio las dictaduras, amo la democracia con todos sus errores y desaciertos. Pero si creo, y estoy convencido, que sólo la gente instruida debería votar; esa gente que no compras con cinco lucas, porque los menos favorecidos del país son los que Alan y Fujimori tanto adoran en época de elecciones y que una vez arriba: Chau Cumpa.

Y la verdad que empecé a hablar de mí y ya termino opinando de política, sin querer hablar de éste tema tan odioso. Y bien dados los 25 años al chino asesino. Y escucho gente muy instruida amar al chino, que así son todos los presidentes, que esta bien que haya robado, matado y humillado y corrompido y desmembrado y secuestrado y comprado, porque acabo con el terrorismo y la hiperinflación. Y si así piensan los instruidos, entonces mejor que no voten tampoco. Y bueno, luego de escucharlos callado (para evitar odios de muchedumbres) recuerdo lo que un chileno comentó: “Los Peruanos tienen el presidente que se merecen”. Y me quedo más callado que nunca y no hablo ni comento un carajo, porque tienen razón.

Y ya me olvide de mí libro y su sinopsis y su editorial. Me inflame la paciencia con politiquería sucia y barata, porque si nos comparamos con el resto de América Latina nuestra política es una joven prostituta barata de callejón, Venezuela es una puta vieja, horrible, fea, sin dientes e ignorante (como panelista de la tía Laura) y bueno la pobre y mermada Bolivia es un travesti barbón, un cabro feo, un híbrido. Y siguiendo con estos temas casquivanos, libertinos, insensatos, liguerillos y tarambanas, en esa misma línea y acorde a mí puta sentimentalidad y a mí ruca moral, yo soy un cafiolo prudente y cordial. A mucha honra señores.