miércoles, 16 de septiembre de 2009

You don’t fool me, Killer Queen...

No Killer Queen, no desesperaré, ni dormiré sin soñar, ni descansaré sin placidez por ti, no subsistiré en nebulosas ni pondré mí quietud en tu inquietud.
No Killer Queen, no derramaré tiempo, esfuerzo, fluidos y sudor por tratar de comprender tu enigmático arraigo hacia el lado obscuro y fosco del libertinaje.
No Killer Queen, nunca entenderé tú cansina forma de convencerme, nunca me podrás exhortar a descifrar tu erradas decisiones. Nunca es nunca. No es nosé.
No Killer Queen, podrás decirme amor, amigo, orate, anormal, maniático, infame, puto o insólito, pero nunca me dirás “bruto creyente”.
No Killer Queen, no llamaré desesperado porque me contaron que te vieron con otro, o porque me engañaste que salías con otro. Trataré que no sea así.
No Killer Queen, no prodigaré (nunca más) besos y dichas por doquier, no seré sublime, etéreo e irreal, no creeré ni tú nombre ni apellido. No tendrás apodo para mí. Seguiré siendo tú hazmerreír, tú toco y me voy, tú efecto mariposa.
No Killer Queen, no me cuentes cuentos ya contados, invéntate unos nuevos y recuerda que cuando tú naciste yo ya escribía, yo ya vivía y yo ya era un mentiros compulsivo, experto en excusas de excusado. Yo inventé la mentira Killer Queen, tú sólo la copiaste.
No Killer Queen, no me vengas con clichés y frases de amor, no soy Corín Tellado, ni quiero ser Arjona, soy brutal como Calamaro, soy enfermizo como Charly, soy despiadado como yo mismo y soy poeta maldito como Sabina. Vomito desverguenza, ironías y deseos zafios.
No Killer Queen, no va más, esto duró menos que un día solar en Júpiter. Esto es descabellado y obsesivo, esto es imborrable y lascivo y amoral y truculento y aberrante y divino y orgásmico y quimérico y aturdido y escandaloso e impostergable y casquivano. Esto es imposible de decirle que no. Nunca. Un nunca sin ti es toda una vida en el limbo. Estoy condenado a vivir en purgatorio. Esto es un asesinato minuto a minuto, una tortura segundo a segundo, esto puede ser amor día tras día y puede tenderse en patología noche a noche. Los celos hierven dentro de mí y la explosión puede acabar como otra Pompeya. No va más pequeña Killer Queen, pero fue tu insana decisión, no la mía... Crees tú que esto: ¿No merece ni el luto de una uña?...
PD: 99.98% basado en una historia irreal.