lunes, 8 de septiembre de 2008

Las viejas más feas del mundo...

Sentado frente al bar, mil besos yo le di, después le dije adiós...
Lo que comenzó como una prometedora tarde para la diversión y el malsano esparcimiento terminó con una ambigua y bizarra compañía, las viejas más feas del mundo y un desenlace inesperado, pero merecido. Mí amigo y yo, el burro por delante, salimos sin rumbo fijo, un domingo aburrido, sin hambre, pero con mucha sed, era el primer fin de semana del año que amanecía sin resaca, ergo había que aprovechar esta linda sorpresa. Ya en el lugar indicado, empezamos la tarde, con la única convicción de pararnos ebrios de la mesa. El resto ya se vería en el camino. Chistes van, chistes vienen, muchas canciones y mucha, pero mucha cerveza.

Frente a nosotros, sentadas y con las garras afiladas se embriagaban un par de señoras, conocidas como las viejas más feas del mundo. Una me miraba a mí, la otra al Necio (mí amigo). De cuando en vez la vieja del Necio me miraba a mí, y mí vieja miraba al Necio. Las viejas se pajeaban mirándonos. Un pajazo mental. Me sentí bien por un momento, que alguien haga prácticas onanistas pensando en mí, era una sensación nueva, y placentera también.
-Oe si que están bien refeas las pobres, conchasumadre y mira como coquetean. ¿Te tirarías una vieja de esas?. Yo ni cagando, pero si me gustaría verlas calatas, para ver unas tetas completamente vencidas por la gravedad, mierda el culo lo deben tener con más arrugas que un papiro. (Sic)
-Ya Pedro de mierda, no imagines huevadas, no hables cojudeces.
-Conchatumadre, te quiero ver luego de caja y media de cerveza. Capaz de quererte agarrar a las viejas más feas del mundo. Desde ya te aviso, conmigo no cuentes. Para la joda esta bien, pero nica hermano, un chape con esas sesentonas y me quedo con sus muelas postizas. (Sic).

Muchos “salud” después, y cuando una caja de cerveza ya rebalsaba de botellas vacías, vi como el Necio levantaba su vaso, guiñándole un ojo a una de las viejas más feas del mundo. De pronto voltee a joderlo y ya no estaba, iba camino a la perdición. Y al ritmo de Grupo 5 realizaba sus mejores y más esmerados pasos de baile.


Ay dime como has hecho
Para que te quiera
Dependo de ti
Como planta a la tierra
Sin mover un dedo
Me has hecho adorarte
A primera vista
Me enamoraste…

El resto es historia, gorgoteos, coqueteos, miradas, unimos mesas, celebramos juntos. Las viejas más feas del mundo nos habían capturado, y tras 18 cervezas ya no las veíamos tan horribles. El necio abrazaba a la más joven, la cual le calculo tendría unos 104 años. Su hermana mayor me miraba y se tocaba el cabello, como pidiendo a gritos un macho cabrío. Pero ni cagando cometería tamaña ofensa para mí pene. La bruja me contaba que era separada, y que tenía una hija de 20 años. (Y porqué mierda no la has traído???? Regrésate a tú casa, tráela y vete).

Mientras tanto, al otro extremo de la mesa el Necio tomaba de la mano y le proliferaba su amor eterno con endulzados besos en las mejillas arrugadas de la Vieja 1. La Vieja 2 me miraba, ya no hablaba, pensé que el Corega ya no hacía efecto en su plancha dental. Entiendo ahora que esperaba que reaccione, pero siempre he sido un ganso para los romances de cantina. Soy un zopenco sacolargo, chibolero 100%, y la única vez que me metí con una vieja, fue porque estaba más buena que todas mis ex juntas, lo malo es que era casada. Resultado: amenazas, y persecuciones.
Bye Lima. Hola Piura.


Y se acabó la cerveza en la cantina, y se terminó el alcohol en el lugar indicado y el Necio estaba más necio que nunca y yo no estaba tan borracho como siempre. Y en el primer descuido tomamos un taxi y abandonamos a las Viejas más feas del mundo, las cuales ya se hacían ilusiones. Ya preparaban sus empolvados traseros para festejar con dos mozuelos trajinados y gordos. En mí huída logré escuchar una maldición (otra más a mí lista) que debí tomar en cuenta.

Ya en la ciudad, pensé "estamos a buen recaudo", siempre pienso mal, nos estacionamos en un pequeño bar, 2 segundos después el Necio masacraba a dos sujetos de la mesa de al lado, mientras que yo trataba de apaciguar lo imposible. Un sonido en seco, como el de una botella de cerveza estrellada contra una cabeza fue el colofón de la tarde. El Necio roto y sangrante, seguía peleando mientras yo golpeaba a alguna multitud provista de muchas botellas más, para reventar a estas dos piñatas gordas y belicosas. Tras estrellarse la segunda botella, pero esta vez en mí cabeza, recordé la maldición de las Viejas Poltergeist: “Vergüenzas han de pasar, a humillaciones serán sometidos y las botellas que han bebido como justicieras servirán” (Sic), mientras la tercera botella retumbaba mí adormecido cerebelo…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

X poqito yo formaba part del relato! csm!!! universidad de mierda!!!!!!!!!!!!! yo qria conocer a "las viejas mas feas del mundo" y bailar un vals! jajaja!! Te prometo q la proxima toy ahi, pero cn la hija de 20 años jojojo!... ya no sabsssssssssssss!!! =D

Anónimo dijo...

Me imagino quien es el Necio, me imagino que hay 50% y 50% de realidad. Pero no creo q tú hayas estado con una vieja. Pq sé como te gustan las chibolas jeje.
Besos gordito ;)
¿Sabes qién soy?

Anónimo dijo...

Ahhh que lindos recuerdos aquellos que tuviste, jajaja, aun te buscan las mas fellas do mundo. Muy buena jajaja