La Dra. K dice siempre lo que piensa y casi nunca piensa como yo, todo para ella es un ir y venir en contra mío. Eso lo entiendo y me gusta, yo siempre ando equivocado en todo y exagerando la vida. Ella me regresa a la tierra mientras yo vivo volando, pensando en libros, frases, palabras y en futuros que pueden ser. Yo quiero ser un bohemio intelectual y letrado, ella quiere ser una profesional brillante y docta. Yo estoy muy alejado del camino correcto, me queda un 100% por recorrer, ella ya tiene la mitad del tramo resuelto. Yo la amo con locura y malicia, ella con candor y osadía.
Soy un tirano, mandón, renegón, desconsiderado, lenguaraz, blasfemo, compulsivo, muchas veces zafio y pocas veces hipócrita. Pero ella me doblega en un dos por tres. Ella es fashion y delicada y me enseño a vestir. Yo era un desfachatado, huachafo y pelucón sin presencia. Pero creo que ella vio en mí un potencial donde pulir. Yo vi en ella mí salvación y un nidito donde poder construir mí mundo imaginario. Yo no lloró mucho, ella llora más, a veces por mí culpa y otras tantas x el resto, ella es afable y yo soy grotesco y fallado. Yo la hago reír mucho y ella en recompensa me dice que me ama. Yo soy un cómico ambulante y ella una mina de seda.
Ella no tiene currículum amoroso, el mío era ancho y ajeno. Pero creo que ella buscaba un amor quimérico, por eso fue posible nuestro amor. Y no sé si ella se siente igual que yo, sólo sé que hoy me levante absorto, dichoso, feliz, suertudo, próspero, venturoso, afortunado, contento, alegre y un poco mucho satisfecho. Y me sentí por mucho tiempo amado de verdad y sin celos del aire y las miradas ajenas. Me sentí confiado. Le entregué mí vida, mí pasión y mis formalidades. Le regalé mí futuro y mis libros. Le robé mí pasado mugriento y lo envié a un vacío vano y sin marcha atrás, un camino sin retorno.
Tengo una novia de buena familia, con miedos y temores, con amores y desamores, sincera y directa, febril y discreta. Mí sueño, mí vigilia, mí adicción: Calita…
Soy un tirano, mandón, renegón, desconsiderado, lenguaraz, blasfemo, compulsivo, muchas veces zafio y pocas veces hipócrita. Pero ella me doblega en un dos por tres. Ella es fashion y delicada y me enseño a vestir. Yo era un desfachatado, huachafo y pelucón sin presencia. Pero creo que ella vio en mí un potencial donde pulir. Yo vi en ella mí salvación y un nidito donde poder construir mí mundo imaginario. Yo no lloró mucho, ella llora más, a veces por mí culpa y otras tantas x el resto, ella es afable y yo soy grotesco y fallado. Yo la hago reír mucho y ella en recompensa me dice que me ama. Yo soy un cómico ambulante y ella una mina de seda.
Ella no tiene currículum amoroso, el mío era ancho y ajeno. Pero creo que ella buscaba un amor quimérico, por eso fue posible nuestro amor. Y no sé si ella se siente igual que yo, sólo sé que hoy me levante absorto, dichoso, feliz, suertudo, próspero, venturoso, afortunado, contento, alegre y un poco mucho satisfecho. Y me sentí por mucho tiempo amado de verdad y sin celos del aire y las miradas ajenas. Me sentí confiado. Le entregué mí vida, mí pasión y mis formalidades. Le regalé mí futuro y mis libros. Le robé mí pasado mugriento y lo envié a un vacío vano y sin marcha atrás, un camino sin retorno.
Tengo una novia de buena familia, con miedos y temores, con amores y desamores, sincera y directa, febril y discreta. Mí sueño, mí vigilia, mí adicción: Calita…