
Y la verdad es tan cruel a veces, duele tanto despertar y darse cuenta de que lo que algún día creíste tener, ni si quiera es tuyo por equivocación, nunca lo tuviste, solo fue una ilusión, un espejismo tal vez, un estúpido reflejo de algo que nunca existió, que nunca lo tuviste... qué pobre infeliz te sientes no? Así me siento yo, casi a diario.
Toda mi vida, desde donde recuerdo ha girado en torno a caprichos, dinero, lujos, casas de playa, mansiones de invierno, canchas de golf, viajes al caribe, cruceros, Europa, caballos, empresas, entrevistas de TV., portadas de revistas, etc. Tengo menos de 30 años, y sé que lo que te voy a contar tal vez te va a sonar muy déspota, muy soberbio, pero es la verdad, y antes que todo soy muy sincero.

¡Puta madre¡ Dios me libre de estar en tú situación, el suicidio sería mí única esperanza. Pero yo no lo podría hacer, cómo alguien como yo, tan exitoso, tan soberano, tan triunfador, se va a suicidar, eso queda para los miserables. Para esa gente que toda su vida va a vivir supeditada a la clase política, a las mierdas que gobiernan.


-Yo, tengo que despertar de este gran sueño, tengo que volver a mi realidad, tengo que dejar de soñar despierto, tengo que ir a recoger la mierda que tú ( si, tú que estas leyendo esta historia) haz botado a la calle. Tú, porque yo no tengo dinero para comprar un libro, ni sé leer estas historias, no sé contar, no pienso, no existo, no como, nunca duermo, sólo sueño.
Fíjate por la ventana de tu casa, ves a ese chico revolviendo la basura?, lo ves?, si lo ves?... pues ese muchacho soy yo, y tú lo podrás tener todo, pero a mí nada me cuesta soñar...