Me olvidé de escribir, me olvidé de cómo escribir. Lo olvidé por completo, perdí el entusiasmo, la pasión, la inspiración, el sentido, la orientación, las ganas y el afán. No lo he podido recuperar, lo he intentado, no crean que no. Pero la desidia me ha tomado por completo y no me deja en paz, me ha violado, me ha violentado, me tiene a sus pies. Antes pensaba y creía que sin escribir no podría vivir, me equivoqué: puedo vivir, puedo respirar, puedo sentir, puedo deambular, puedo opinar, reír, pensar... pero esto -sin inspiración- no es vida. Ayer, después de años luz, conocí a alguien que me recordó mucho lo que yo fui en pretérito imperfecto, la admiré, ella es. No voy a decir "he regresado", sería mentirles y mentirme a mi mismo, no soy ni la sombra de lo que fui, pero al menos, ya que el deporte no es mi pasión, dejaré sangre, sudor y lágrimas en esta cancha de papel virtual.... He vuelto, pero no estoy vivo.