martes, 5 de agosto de 2008

De ficciones acertadas...

Hasta hace muy poco tiempo no creía en el amor y odio, en el amor a primera vista o en un remoto amor a primer beso. De eso podría estar hablando hace unos 100 años atrás. Hoy, analizando mejor la situación que no me toco vivir, he llegado a la ineficaz conclusión, subjetiva obviamente (como todo en mí), que el ser humano se enamora una sola vez en su vida y luego odia muchas más, como quieran verlo. La misma chola, diferente calzón.
Quinientos años atrás, en sosa tertulia con un grupo de enemigos, yo defendía el desacertado punto de que el amor no existe, que es costumbre, que es muy fácil desenamorarse de una persona, es cuestión de querer olvidarse y nada más. Que el amor a primera vista no existe, porque cada vez que te enamoras lo haces de manera diferente, dependiendo de la situación, dependiendo de la persona, dependiendo de la edad y de las ganas. Y me imagino que esta teoría no es tan inexacta que digamos, a las finales el amor se lleva en "las cabezas" y no en el corazón.

Tuve, en ocasiones, la desfachatez de dar consejos de: Cómo olvidarse de alguien, de Cómo desterrar la desdicha de tu “corazón”, llegue hasta el punto de burlarme de todos los que sufrían por amor, de verlos como seres extraños, entes sub-desarrollados, que necesitaban sufrir para aprender y evolucionar su karma, unos perdedores totales. Buena loser. Fuck you stupid boy. En mí locura me hice un auto-análisis sobre mí conducta anti-emocional, mí manera de in-pensar, de in-actuar y llegue a la conclusión que yo no había nacido para el amor, es más, cada canción que hablaba de desamor era acuñada, inconscientemente, a mí vida cotidiana. Burdo estúpido que no se dan cuenta que el desamor era una falta de amor, o simplemente una falta de fe en algo que no vez.

Tendría, entonces, algún síndrome post traumático de alguna de mis relaciones pasadas?, tendría miedo a enamorarme de verdad?, me hice estas preguntas hace 48 años y recién ahorita me vengo a dar cuenta que estaba totalmente erróneo, recién a las 3 de la mañana y con un gran insomnio. Una vez hace 215 años me desenamore por primera vez en mí vida, de una persona que casi valía todo el oro del mundo, casi todos los pensamientos más impuros del universo y casi todas las malas intenciones urbanas. Ni yo lo entiendo. Me desenamore como nunca lo había hecho nadie, shakespeare podría haberse inspirado en mí puro desafecto para escribir sus libros, pero también cometí los eventos más estúpidos que alguien se podría imaginar, no podría llamarlos errores, ni las bestias más feroces pueden hacer tanto daño como el ser humano, somos de por si una bandada de animales destructores o mejor dicho tontamente autodestructivos.

Destroce toda esa buena fe, todo ese único amor, desprotegí lo que más quise, hasta el punto que termine abandonándolo todo, con la certeza que lo volvería a encontrar en el mismo sitio que lo había dejado cuando regresara, craso error, maldita vanidad, nunca lo volví a encontrar. Perdí, por mí culpa, eso lo reconozco. Como diría la canción acuñada al tema: “De tanto jugar con quien yo más quería, perdí sin querer, lo mejor que tenía. De tanto ocultar la verdad con mentiras, engañe sin saber que era yo quien perdía. Me olvide de vivir, ya nosé lo que siento.” Bla bla y más bla. ¿Qué, te la creíste?...Ni tanto, nunca es para tanto, ni para ti tampoco.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola pedrito.. ,me gusta leer tu blogs xq eres un loko escribiendo nose de donde sakas kada ocurrencia, tienes una forma de decir las cosas q me encanta y en especial cuando te refieres a ti xD...Gina

Marcia dijo...

el tema del amor es extenso e insólito. Toca los corazones de forma distinta y las opiniones siempre varían según las experiencias. También pensé alguna vez que uno puede enamorarse mil veces y de forma distinta, pero no puedo negar que la idea de que siempre el primer amor, siempre... es el que nunca se olivda.