viernes, 8 de agosto de 2008

Manual para caerme bien...

Me gusta ser escuchado, me gusta hablar idioteces con gente idiota; y charlar de política, ideas nuevas y actualidad con gente inteligente, preparada, para aprender y lucirme. Soy demasiado picón y nunca (DIJE NUNCA) me gusta perder. Y si pierdo, lo hago con hidalguía, pero ante un adversario de tertulias superior a mí, digamos que perdería feliz ante un político, locuaz y etcétera como Javier Valle Riestra. Escucharía plácido a Hildebrandt.
Detesto a la gente que sólo habla de dinero, que piensa que siendo un feliz heredero de las reformas de Velasco Alvarado va a suplir su autoestima con dinero. Y que sólo habla de supuestos negocios, préstamos o tarjetas de crédito. Me llega al pincho al estúpido que cree que porque su familia es aprista, él puede cantar “Y alucine, alucine, alucine que tenía poder…” mediocres. No volveré a votar por el Apra, tampoco lo haría por los Humala, pero cada vez más me decepciono de estos temas. Y yo que pensaba ser político algún día. Ni cagando compartiría escaños con el eunuco y aliento de chicha de Miro Ruíz. (Lo odio más que a todo en éste mundo)
Me llega al pincho viajar y que nunca pueda dormir en el trayecto, las piernas se me adormecen con gran facilidad y orino cada diez minutos. En cada curva (peligrosa) me levantó aterrorizado y sudoroso esperando un triste desenlace. Viendo cuantas cabezas voy a tener que pisar para salir del bus, luego de 3 vueltas de campana. Si estoy de buen humor, digamos escuchando Calamaro, si me imagino salvando vidas.
Me encanta la playa, adora Yacila (al norte de Piura), veraneo ahí desde que era un feto. Me gusta emborracharme y caer en el cerro de arena mirando las estrellas y hablando idioteces con alguien o sólo. O pensar en cosas bonitas y frases subidas de azúcar, en caso esté alguien interesante a mi lado. Adoro recordar la tardes yacileras de hace décadas con mí abuelita (+) y sus manjares sabatinos y sus postres exquisitos.
Odio, detesto, aborrezco, me indigestan, me enferman y abomino a la gente que cree que porque tiene un poco de poder puede hablar sandeces y soberanas estupideces y TODO, everybody tienen que reírse de tamañas cagadas. Pero peor me caen los babosos que se ríen, haciendo la vez de portátil de sobonerías del boss.
Me gusta viajar tramos cortos, escuchando música, fumando y pensando en cosas que diría a personas que no veo hace mucho tiempo (porque me odian). Que canciones les dedicaría y de que forma les pediría disculpas y perdones por tanta malquerencia. Me contento imaginando buenas respuestas y a veces se me pone la piel de gallina de la emoción escuchando Calamaro y recordando hechos infames.
Disfruto al máximo las inmensas reuniones familiares tocando guitarra y cantando con los Balmaceda. Adoro los domingos en mí casa, en mí pequeño núcleo familiar con mi abuelo (tata), mis hermanos, padres y tíos. Me cago de risa alucinando a mí abuelo y sus historias de antaño, es como ver el Chavo del 8 miles de veces y seguirse riendo. Es orgásmico hacer reír a la gente y que te retribuyan con risotadas acompañadas de aplausos.
Detesto no poder vivir de lo que más me gusta, y de lo que creo es lo único que me da vida: escribir. Me gustaría fugarme a una playa (Yacila) y quedarme durante un año escribiendo, regresar, presentar mí libro. Firmar para una editora extranjera, que mí libro sea reeditado en 10 idiomas y seguir escribiendo por el resto de mí vida sin preocuparme cómo pagar las simples deudas que tengo, y cómo saciar mí apetito voraz. Me gustaría reformar la educación en el Perú.
Me encantaría ser adicto al deporte, pero detesto el gym y me llega al pincho levantarme temprano a correr y/o ir a hacer algún tipo de ejercicio físico. Prefiero quedarme en mí cama, junto a mis seis almohadas leyendo un buen libro, y apuntando ideas y frases nuevas para una novela o un cuento, imaginando coherentes proposiciones y sospechando que: Las mentes brillantes manejan ideas; las mentes corrientes hablan de actualidades; las mentes mediocres hablan de los demás...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

pedrito.... me he muerto de risa por asi decirlo por lo q escribes... un lokito... eres bueno escribiendoo asi q exitos para ti...gina

Anónimo dijo...

A pesar de todo, siempre me caeras bien...pero eso si, muy en el fondo de mi ser. Aunque seas tan dañino me hacías reir, aunque seas tan insatisfecho sentí que tal vez x corto tiempo te llene. Aunque no me guste leer me encanta como escribes, a ti siempre te leo, pq siempre es un gusto saber q estas bien, aunqe lejos de Lima.
Ciao gordo

Anónimo dijo...

Piter Alfred, debo de confesar que a pesar de tantas años de conocerte, recién vengo a conocer tu faceta de escritor.La verdad, la verdad me gusta mucho, en especial tu manera de describir las situaciones y sensaciones.
Felicitaciones, y vao por el libro ;).
Dayance.

Marcia dijo...

aunque parecía imposible, inaudito, algo totalmente fuera de la realidad, he de confesar que tenemos cosillas en común. No tan refinadas y brillantes como tu inspiración, pero sí sentimientos y sensaciones afines expresado a travez del mejor medio de comunicacion.
Un abrazo amigo, sabes q t wquiero un huevo x todo o q me hiciste pasar cuando chica y q me enseñaron tanto.
MARCIA

Anónimo dijo...

cedro...se te olvido poner k lloras cuando ves trampolin a la fama....jajajaja...besos...y animate con el libro...seria la primera en comprarlo....grace (tulita pa ti)