Y me llamaste imbécil...

Si algún día, después de tanto trajinar, se te diera por buscar una persona de bien, alguien diferente, que te quiera de verdad y te respete por el simple hecho de ser mujer, pues búscame. Dudo, dudo mucho que lo hagas, cuando uno se acostumbra a llevar una vida disipada es improbable que alguna vez la pueda dejar. Bueno, pero soñar no me cuesta nada.

Yo vivo de sueños, de visiones morbosas de tú cuerpo, siendo mía de pies a cabeza, aunque sólo tu boca y corazón fueron míos, tiempo atrás. Si pues, como siempre me lo recuerdas, te desperdicie. No supe moderar mí vida bohemia, te hice daño? si. Te vi llorar mientras reía.

Pero algo tienes que tener para poder llamar de esa manera imperiosa mi atención. Y eso es lo que no puedo descubrir. Sé también que en el fondo de tú corazón siempre me amarás, sé que a pesar de todo me quieres y que basta rozarnos para saber lo que sentimos. Cero palabras, están de más. Tú cumple lo que te pedí y la historia cambiará de manera brutal.

Brujita de cara simpática, la del culito pequeño y las teticas decentes, piernas lindas de norte a sur incluyendo tus falanges. Algún día descubriré que es ese clavo que tanto me hinca. Aunque tengo la ligera sospecha de que puede ser. Y estoy seguro que tú lo sabes también. Si, lo que te bese una vez frente al mar. No entiendo porque se te hace tan dificil dar algo tan simple. "Y auque suene muy poco sutíl, de tu cuadril no me olvido nunca más".

Esta es mí manera de que entiendas que siempre fuiste importante, aunque sé que tal vez nunca lo leas, porque estoy casi convencido que no sabes leer.
Ok, perdón, fue sin querer.